
Misión
Esta fotografía busca rendir homenaje a Juan Uscha, quien actualmente es nuestro último hielero del Chimborazo, y contribuir a la preservación de su labor ancestral destinando el 50% de los beneficios a él y a su familia.

$ 246
Material: Lienzo alemán de 100 % algodón, 430 g/m².
Tamaño (ancho x altura):
33 cm x 20 cm.
Montaje en bastidor: Sí.
Enmarcado: Cotización adicional con tres opciones a elegir por el cliente.
Certificado de autenticidad: Dentro de sobre, disponible en Español o Inglés.
Entrega a domicilio: Quito y valles, sin recargo adicional.
Entrega a domicilio resto del país: Requiere cotización personalizada.

$ 349
Material: Lienzo alemán de 100 % algodón, 430 g/m².
Tamaño (ancho x altura):
56 cm x 35 cm.
Montaje en bastidor: Sí.
Enmarcado: Cotización adicional con tres opciones a elegir por el cliente.
Certificado de autenticidad: Dentro de sobre, disponible en Español o Inglés.
Entrega a domicilio: Quito y valles, sin recargo adicional.
Entrega a domicilio resto del país: Requiere cotización personalizada.

$ 645
Material: Lienzo alemán de 100 % algodón, 430 g/m².
Tamaño (ancho x altura):
78 cm x 50 cm.
Montaje en bastidor: Sí.
Enmarcado: Cotización adicional con tres opciones a elegir por el cliente.
Certificado de autenticidad: Dentro de photobook de 20 cm x 30 cm, disponible en Español o Inglés.
Entrega a domicilio: Quito y valles, sin recargo adicional.
Entrega a domicilio resto del país: Requiere cotización personalizada.

SU HISTORIA
LOS GUARDIANES DEL HIELO ANCESTRAL
Desde al menos el siglo XVII, existen registros de los hieleros del Chimborazo: hombres que ascendían las faldas del volcán para cortar bloques de hielo de sus glaciares. A más de 4.000 metros de altura, y con la ayuda de burros, transportaban el hielo hasta los mercados de Riobamba y pueblos cercanos, donde era muy apreciado para conservar alimentos, preparar helados artesanales o con fines medicinales.
Esta labor exigía fuerza, resistencia y un profundo conocimiento de la montaña. Por generaciones, fue parte esencial de la economía local y de la vida cotidiana andina. Sin embargo, con la llegada del hielo industrial, el oficio fue desapareciendo lentamente.


SOLO NOS QUEDA UNO
Juan Uscha, yerno de Baltazar, quien fuera en su tiempo el último hielero del Chimborazo, es hoy el único guardián de esta práctica ancestral en Ecuador. Su labor no solo consiste en extraer hielo de las faldas del volcán, sino en mantener viva una tradición que ha dado identidad a nuestra tierra y memoria a nuestras comunidades. Sin embargo, esta actividad, de profundo valor cultural, no recibe una justa retribución económica, por lo que es necesario apoyarlo para que esta herencia no se pierda y continúe inspirando a las nuevas generaciones.


